Con la actividad atlética también llegaron otras narrativas al periodismo local. Las crónicas deportivas comenzaron a hacer carrera para tratar de revivir historias por medio de la imaginación de lo que todavía no se podía contar por la radio, ni por la televisión. Los redactores de LA PATRIA de la época debían recurrir a figuras narrativas que pudieran vislumbrar un poco de la emoción de la cual eran testigos.

Luego, con la llegada de la fotografía, se logró agrandar el combo entre texto e imágenes, lo que dio pie a que cada semana se pudieran publicar álbumes completos de las actividades deportivas que, en Caldas, en principio se resumían al baloncesto, referido siempre en sus inicios como basketbol, la hípica; el tenis; el pugilismo –luego conocido como boxeo- y los matches de football.

En los principios de LA PATRIA, en la década de 1920, fue evidente la influencia extranjera en el desarrollo de la actividad deportiva como, también, la manera en la que se organizaban los deportes de conjunto en la ciudad y la región, dando lugar, no solo a la participación masculina, sino, permitiendo un lugar digno de ocupación a las mujeres.

Para 1921 y 1922 ya se hablaba de la olimpiada y los deportes en competición, pero, en especial, se abogaba por la presencia del boxeo en la programación deportiva. El periódico referenció tales eventos en la edición del martes 24 de octubre de 1922.

En 1922, se llevaron a cabo unos Juegos Olímpicos –no los de la organización internacional-, sino una serie de competencias que llamaban al torneo dentro de la sociedad caldense. Estos se desarrollaron entre el 12 y 15 de octubre de ese año en la Arena de Triana y la Avenida Cervantes.

Entre las disciplinas en competencia estaban la lucha libre, para jóvenes de 17 a 20 años, en modalidad eliminatoria, la lucha “Greco-Romana”, para mayores de 18 años; también el levantamiento de pesas y el juego de la soga. Asimismo, había programación de boxeo, gimnasia y carreras de velocidad de un kilómetro, de ida y regreso, por la Avenida Cervantes.

Otras competiciones tenían las carreras de caballos y demás válidas de equitación, mientras que el premio todavía no se revelaba a los competidores. La programación la firmaba el presidente del Comité Olímpico de Caldas de 1922, Alfonso Villegas Arango, y entre ellos, estaba el fundador de este rotativo, Francisco José Ocampo.

En agosto, previo al inicio de esas competiciones, LA PATRIA se expresaba de la siguiente manera para dar su apoyo a quienes entrenaban para conquistar la gloria deportiva.

El espíritu deportivo reinaba en Caldas y, por eso, Manizales fue la organizadora de la IV edición de los Juegos Deportivos Nacionales, jóvenes aún en existencia, pues solo se tenían en el registro las competiciones de Cali, en 1928; Medellín, en 1932; Barranquilla, en 1935 y Manizales, para 1936.

Para la edición caldense se incorporó un cambio sustancial en el nombre, pues pasaron a llamarse Juegos Atléticos Nacionales de Colombia, dado que antes ostentaban el nombre de Juegos Olímpicos Nacionales. Para tal, se tenían delegaciones de nueve departamentos que representaban gran parte del territorio colombiano.

Para entonces, Manizales ya contaba con el estadio Fernando Londoño, que se construyó gracias a una campaña de la Sociedad de Mejoras Públicas en septiembre de 1929. Su construcción comenzó un año después y se terminó para los Juegos Nacionales, con el fin de que este fuera el eje central de las competiciones.

Caldas y Manizales se posicionaban como eje deportivo nacional y se perfilaban como cantera para la producción de grandes atletas que pudieran representar a Colombia en cualquier justa internacional.

Y es que, con todo el frenesí y la fiebre que suelen causar los deportistas y sus hinchadas, el periódico no tuvo otra opción que acertar con la publicación semanal de la denominada “Página deportiva” desde mediados de la década de 1930.

El 6 de mayo de 1937 se jugó la primera “Copa La Patria”, en el Palogrande. El titular que imperó en la edición de aquel día fue: “De nuevo se enfrentarán los equipos obreros para el desempate”. Para este torneo se tenían grupos que estaban en la labor de edificar su fama, entre los que se encontraban el “Ford Foot-ball Club, equipado y patrocinado por Caldas Motor S.A., que tenía como gran rival al afamado Sporting; este último se llevó la victoria tras una “reñidísima partida”; según publicó el diario.

Por aquella época, el espíritu solidario hacía que muchas personas e instituciones decidieran apoyar los movimientos deportivos. LA PATRIA había decidido apoyar al equipo Unión Atlética de Manizales. Fue en noviembre 20 de 1935 cuando el Concejo Municipal adoptó, entonces, que El Palogrande sería el nombre que para siempre inmortalizaría la actividad deportiva en la ciudad.

Para las olimpiadas nacionales, también se necesitaban instalaciones para la natación. Por eso, el primer complejo acuático tomó otro nombre muy familiar en la ciudad. En la edición del 27 de enero de 1936, en la primera página, se señaló:

Era evidente la fiebre deportiva que vivía Manizales para la década de 1930. Cada vez emergían más equipos en diferentes disciplinas y se ampliaba el espectro de participantes; más personas se inscribían para participar en las diferentes disciplinas.

El equipo Nereidas era un fenómeno del baloncesto y sus encuentros lograban convocar a propios y extraños. Así lo relató LA PATRIA justo para la época, en junio de 1932:

“Una gran partida de basket-ball.


La solidaridad era eje fundamental para estos eventos deportivos. Justamente, en la denominada Semana de la Cruz Roja se daban estos encuentros que se motivaban en ayudar a los más necesitados. Prosiguió esta historia en LA PATRIA:

Para entonces, LA PATRIA ya tenía un pequeño bagaje en la crónica deportiva, por lo que narró de la siguiente manera el tan mentado partido del equipo Nereidas. El resultado se marcó de la siguiente forma en julio de 1932:

Sin precedentes la partida de basket-ball.

Como muestra el relato de LA PATRIA, las mujeres han hecho parte esencial del desarrollo deportivo y, aunque con el paso de las décadas, han quedado rezagadas en el plano atlético por la preferencia que han tenido muchos por las justas masculinas, ellas engrandecieron y fundaron con fortaleza los cimientos deportivos de la región.

¿Y al árbitro quién lo expulsa?
Así tituló el enviado especial de LA PATRIA a la capital santandereana, Javier Giraldo Neira, lo que había sucedido el domingo 5 de abril de 1964 en el encuentro futbolístico del equipo caldense.

Los lunes eran días de fútbol; de crónicas que no solo se basaban en la actividad del Once, sino del Pereira y otros equipos prominentes por interés regional o deportivo. Giraldo Neira comenzó su crónica dominical de la siguiente manera:

El Deportes Caldas se coronó campeón en la mitad del siglo XX; en épocas de prestigiosos jugadores extranjeros y con el argentino Alfredo Cuezzo en su líder entrenador, ganó 20 partidos y solo perdió cinco; agregados a cinco empates. Su rival de patio, el Once Deportivo, la vio negra en el mismo torneo.

Tras la liquidación en 1958 del Deportivo Manizales, el Once Caldas, con su variedad de nombres salidos del Deportes Caldas y el Once Deportivo, en 1959, dio lugar al equipo más representativo y triunfal del Eje Cafetero. Sus partidos de fogueo eran de característica internacional, y su primer partido se jugó el 12 de marzo de 1961, ante su rival más cercano, el Deportivo Pereira.

Más tarde, en la década de 1970, con el patrocinio de la destilería local, pasó a llamarse el Cristal Caldas, un equipo que comenzó a exhibir publicidad en sus prendas deportivas. Luego, pasó al Varta Caldas, finalizando la misma década y luego retornó a su nombre previo. Para inicios de 1991, su nombre era el Once Phillips; mientras que sus patrocinadores marcaban su nombre por años venideros.

Solo hasta después de 1996 se estableció el nombre presente del equipo: El Once Caldas y con ello una nueva era que terminó en una dolorosa derrota en 1998 y su posterior participación en la Copa Conmebol.

Fue en el primer semestre del 2003 cuando comenzaron los meses más dorados en la historia del equipo blanco. El equipo, dirigido por Luis Fernando Montoya, se coronó campeón. “La segunda estrella” fue el titular de LA PATRIA en una separata especial, en la que se señaló:

“El Once Caldas el entregó ayer la máxima satisfacción a sus aficionados 53 años después de haber logrado el primer título. Le ganó 1-0 al Atlético Junior y se coronó campeón de la Copa Mustang ante 40 mil personas que disfrutaron al máximo con el logro. En el estadio, por las calles, en los hogares y en todos los rincones del Departamento se celebró el acontecimiento”.

La edición del lunes 9 de junio del 2003 se agotó rápidamente. Como sucede en ocasiones muy especiales, el cabezote que reza LA PATRIA se bajó a la mitad de la página para que el título “Campeones” se viera en lo más alto, en una edición que es de colección para muchos seguidores del equipo blanco.

La mayor gesta deportiva en la historia del Departamento de Caldas se la adjudicó con pundonor, fuerza y fe el equipo de Manizales. En la noche del jueves 1 de julio del 2004 se coronó campeón de la Copa Libertadores de América; un momento de éxtasis que al recordarse logra erizar a más de uno.

“¡CAMPEONCE!” fue el titular a seis columnas de ancho, en la más grande tipografía que se pueda, por encima de la fuente que da lugar al cabezote de LA PATRIA y un momento único para cada caldense y colombiano que vivió la gloria de ese día y la manera en la cual se dio pie a la celebración más grande en la historia regional.

Por lo pronto, el periódico ha sido el notario de todas las hazañas deportivas que se han gestado en el departamento, bien sea en deportes de conjunto o, también, con las leyendas que dejan marcado para siempre el testimonio de su talento.

De regreso al baloncesto, es necesario recordar un capítulo más contemporáneo en esta disciplina. El capítulo más brillante se escribió en los albores del nuevo milenio, cuando en la noche del domingo 13 de noviembre del 2000, los Sabios se coronaron campeones de la Copa Profesional de Baloncesto.

Era toda una gesta que se había anticipado por diferentes razones como un desquite. El quinteto de Manizales había resultado subcampeón en los torneos de 1995, 1998 y 1999. De tal manera que haber logrado el primer triunfo del nuevo siglo significó una validación del esfuerzo y de un proceso que no ha sido posible repetir desde entonces con la misma claridad y bondad.

Por tal razón, y tras el apoyo oficial, el 8 de marzo del 2014 se presentó a la sociedad caldense el quinteto denominado Manizales Once Caldas, una nueva franquicia que se alimentaba del equipo de fútbol y recibía el apoyo que podía proveer la alcaldía local. Diferentes jugadores llegados desde otras latitudes entraron a reforzar el equipo que alcanzó la gesta de regresar público a competencias en el Coliseo Mayor Jorge Arango Uribe.

Sin embargo, con el paso del tiempo y de las administraciones, el equipo volvió a verse desfinanciado y, por lo pronto, su participación se vio truncada para los siguientes torneos. El nombre de Sabios regresó tiempo después, pero compuesto de todo tipo de vicisitudes y riesgos, como perder su reconocimiento deportivo.

Gracias al interés de varios seguidores del baloncesto en la ciudad, encabezados por Álvaro Montoya, el equipo pudo volver a competir. Las buenas noticias de octubre del 2020 se extendieron por varios meses, con la incorporación de más jugadores de renombre. No obstante, los fantasmas financieros siguen rodeando un conjunto que le apuesta a la fe deportiva para continuar su camino.

Para el especial del centenario de LA PATRIA, el deportista compartió su primera memoria en las páginas del periódico:



Nelson Cardona resultó ganador del mérito del Caldense del Año del 2010, que entrega anualmente LA PATRIA. El manizaleño se hizo merecedor de esta distinción por haber logrado alcanzar el techo del mundo; la cima del monte Everest, en el sur de Asia. El 17 de mayo de ese año, Cardona, junto a otro puñado de escaladores, pisó a la altura en la cual ningún otro caldense lo había logrado.

También, había una razón especial para celebrar: Nelson Cardona se convirtió entonces en el primer latinoamericano en alcanzar la cima del Everest y el tercero en el registro mundial. En el 2007 Nelson tuvo que renunciar a su pierna izquierda, lo que de ninguna manera le quitó el impulso de ir tras sus sueños. Por eso, y por muchos más motivos, ahora le habla a todo tipo de públicos para persuadirlos de nunca abandonar sus anhelos y trabajar por sus conquistas.

Desde temprano la bicicleta ha sido protagonista de las más intensas crónicas y hazañas deportivas relatadas en LA PATRIA. La geografía empinada de la región ha dado lugar a escarabajos, de oficio o de ocio, quienes se las ingenian para saber administrar sus recursos físicos como pocos para alcanzar los famosos puertos de montaña y las líneas de victoria ubicados en sitios donde la temperatura cae siempre ostensiblemente.

Grandes imágenes de Carlos Sarmiento depositadas en el archivo del diario reflejan la fiebre que tenía el paso de la Vuelta a Colombia por el centro del país. Para muchas generaciones hay nombres que nunca se borran de su recuerdo como Ramón Hoyos, Martín Emilio Rodríguez, Rafael Antonio Niño, Fabio Parra, Luis Herrera, entre muchos otros que protagonizaron jornadas de épica mientras Colombia escuchaba por la radio y veía en los periódicos el desarrollo de las válidas.

Con el tiempo y la apertura de los circuitos europeos, la Vuelta comenzó a ver un declive. Aunque este no es el único evento ciclístico que siempre se cubra desde el lente de LA PATRIA. El Clásico RCN es otra justa que logra emocionar a los seguidores del ciclismo en la región y en el país.

Sin embargo, en la región también se tiene el registro de otras válidas, como la Vuelta a San Félix, los históricos circuitos ciclísticos de la Feria de Manizales, o más reciente, La Leyenda del Dorado, que, como lo reportó LA PATRIA en junio del 2018: “El nombre lo dice todo: 'El Everest del Ciclismo de Montaña'. Así es considerada la Leyenda del Dorado, que este año tendrá su tercera edición, la segunda consecutiva en Caldas”.

Una competición de altísima exigencia se abrió paso en varias ocasiones por lo más quebrado de la topografía caldense, llamando a propios y extraños a ver la versatilidad de muchos ciclistas que crecieron venciendo sus propias capacidades mientras subían empinadas colinas o cumbres.

También, en dos ruedas se ha tenido la gloria con embajadores del ciclismo como Marcelo Gutiérrez y su hermano, Rafael, quienes con el downhill (carrera en descenso) se han sabido alzar ante la gravedad, sortear duros retos y poner el nombre de Colombia en alto en todos los continentes adonde han llegado a competir.

Desde la década de 1990, Manizales ha tenido un incremento sostenido en la operación de gimnasios. De tal manera que más personas se están inscribiendo en tener una actividad deportiva constante. Pero, no solo eso. En Caldas se tienen diferentes ligas deportivas que hablan sobre la versatilidad atlética y deportiva de quienes ven en el deporte una forma de vida y de superación.

Entre las ligas formales que tiene el Departamento están la de fútbol, incluido de salón, voleibol, tenis de campo, baloncesto, levantamiento de pesas, natación, ciclismo, patinaje, atletismo, triatlón, karate, judo, esgrima; además de contar con ligas de deportes paralímpicos.

No obstante, no todo ha sido color de rosa. En muchas ocasiones, estas ligas han sufrido por las dificultades en el pago de salarios de entrenadores y muchos de sus competidores, para llegar a torneos realizados por fuera de la región, deben acudir a la caridad para encontrar apoyo, en el caso de no tener un patrocinador con buena solvencia económica.

Pero, la vida va más allá de la práctica de una disciplina. Muchos caldenses cada día o cada fin de semana toman sus bicicletas o zapatillas deportivas y salen a practicar su deporte favorito. Por eso, es común que espacios como la ciclovía dominical masifiquen su participación y se amplíen a otros espacios.

En Manizales, por ejemplo, la ciclovía se amplió de la Avenida Santander y ha alcanzado otras avenidas como la 12 de octubre, en el barrio Chipre o, también, a barrios como La Enea. Sin importar la fecha, la hora o el estado del tiempo, miles de caldenses aprovechan las calles y los diferentes parajes naturales para practicar sus deportes.

Además, desde diciembre del 2015, en Caldas se estrenaron los denominados parques biosaludables. Así lo contó LA PATRIA.

Estos centros llegaron como mecanismo para darle acceso a instalaciones y máquinas deportivas a cualquier ciudadano y ellos han alabado este tipo de iniciativas que van en pro del cuidado de la salud y la recreación.