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La Patria 100 años - Capítulo 16
Capítulo 16
Ideas y escenas
El ocio y la creatividad son parte esencial de la idiosincrasia caldense y, como tal, dan lugar al disfrute de la vida, al desarrollo y apropiación de prácticas y a un completo ramillete de sensaciones que se viven con el alma. Desde muy temprano, en los albores de la creación de Caldas como entidad territorial y en la juventud propia de una ciudad como Manizales, se tenían siempre espacios para celebración.


Versos
Los versos de Manizales, redondel y campana, producto del genio de Manuel Benítez Carrasco dieron ritmo a la fiesta más grande de Caldas: la Feria anual de Manizales. Con ella se han visto crecer todo tipo de festejos en la capital, pero, también, el Departamento de Caldas guarda lugar a enormes tradiciones de sus más propios ritos.

Naturalmente, no todo se trataba de trabajar o hacer lo posible para subsistir; debía, también, haber tiempo para el divertimento y la celebración colectiva. Además, allí no termina; era necesario que los mejores talentos tuvieran una escena o un tablado para hacer sus representaciones públicas.
Herencia y legado
Para los manizaleños su feria es fiesta central. Sin embargo, antes de feria hubo carnavales. En 1874, por decreto municipal, se celebró en la pequeña municipalidad una fiesta los primeros tres días de agosto: Los carnavales de Manizales. Según recopilación de Carlos Arboleda González, luego, en 1927, se realizaron otros carnavales, también en agosto, pero desde el día cuarto hasta el séptimo, día de fiesta nacional. Esta celebración se dio en el marco de la apertura de la carretera a La Linda y varios kilómetros de la vía al Magdalena.

Al año siguiente se realizó otro carnaval que tuvo como organizador a la Sociedad de Mejoras Públicas. Con estos carnavales se buscaba brindar frenesí en diferentes frentes a los habitantes de Manizales y poblados cercanos. Incluso, la celebración de estas fiestas se extendió a Pereira, donde se realizó el mismo encuentro, pero del 27 al 31 de octubre, en celebración de la carretera a Turín.

Parte de la programación del entonces prominente municipio caldense estaba dada para “la celebración de unos regios carnavales, que a decir del señor secretario de la Sociedad tienen un proyecto de programa como nunca se ha visto”. Al pie de la publicación se tenían los datos meteorológicos locales y la lista de los telegramas demorados; clásicos en la prensa escrita de entonces.
La fiesta
Aunque Manizales fue fundada en 1849, solo hasta finales de 1951 e inicios del año siguiente se iniciaron las celebraciones con motivo del Primer Centenario, en la administración del alcalde Fernando Londoño Londoño. Dada la gran demanda por actividades y las visitas de turistas de otras partes del país, se gestó la idea de tener una celebración anual.

El programa de las festividades centenarias, publicado en LA PATRIA el jueves 20 de diciembre de 1951, tenía detallados eventos desde el miércoles 19 de ese mes con la recepción del Nuncio Apostólico para luego, al día siguiente, dar lugar a una alborada, la recepción al presidente de la República de entonces, Roberto Urdaneta.

Había todo tipo de eventos: misas, concursos del tiro al arco, inauguración de vías, bailes, encuentros deportivos; espectáculos taurinos y de circo, becerradas, fuegos artificiales; fiestas bailables, paseos, orquestas, peregrinaciones, mesas redondas, conciertos, concurso de natación. Había de todo. Además, la programación de exte
Manizales vibra y canta
Las fiestas del centenario se extendieron del 19 de diciembre al 16 de enero, como se reportó fielmente y a diario en LA PATRIA. Grandes páginas gráficas de Carlos Sarmiento dieron ilustración pública a muchos eventos, algunos populares y otros cerrados a círculos de élite.

Con el antojo saciado, pero con la tentación de repetir las fiestas, el siguiente alcalde, Carlos Arturo Jaramillo, firmó el decreto 275 de 1952 con el que se formalizó la celebración de una feria anual en Manizales, a realizarse entre del 10 al 20 de enero de 1953. Sin embargo, para la época se llevó a cabo en la ciudad el Primer Congreso Rural Católico Latinoamericano, lo que hizo que la feria pasara a un segundo plano y que para 1954 pocos apostaran por un evento ferial.

En julio de ese año, un odontólogo que estuvo de visita en la Feria de Abril de Sevilla (España), Óscar Hoyos Botero, le propuso al alcalde Mario Vélez Escobar una entrevista para exponerle la idea de realizar en Manizales un festejo similar al sevillano, ambientado, principalmente, en la fiesta brava de los toros. Así las cosas, el 14 de julio de 1954 se expidió el decreto 311 que dictó lo siguiente:
“Por el cual se crea la «Feria Anual de Manizales» y se designa una Junta…”. Parte del decreto tenía como consecuencia fijar la naturaleza de la celebración: “Artículo Primero. Crease «La Feria Anual de Manizales», la que tendrá por objeto, entre otros, la realización de festividades y actos de atracción, tendientes a fomentar principalmente el turismo en la ciudad, tales como espectáculos culturales y deportivos, corridas de toros, etc”.
Conocerla y vivirla
En la Junta se tenía la presencia del gobernador de Caldas o su delegado, el alcalde Mayor de la ciudad, el presidente de la Sociedad de Mejoras Públicas, el presidente del Club Rotario y los ciudadanos Óscar Hoyos Botero, Carlos Gómez Escobar y Gustavo Larrea Córdova.

Para el inicio del nuevo certamen ferial se eligió la última semana de enero de 1955, cosa tal que para el viernes 21 de enero todo estuviera listo, hasta el punto que se embellecieron las fachadas de las casas, se realizó un arreglo general de vías y ornamental de la ciudad y de los parques.
La idea de Hoyos Botero de tener una feria con la usanza española surtió efecto en la Oficina de Fomento y Turismo al tener como eje una feria taurina que se vio acompañado de un desfile con las denominadas Carretas del Rocío, un desfile de reinas de belleza participantes vistiendo trajes andaluces; la presencia de Sarita Montiel, primerísima actriz ibérica, cantantes de folclor y un espectáculo llamado “Pirotecnia Valenciana”.

Álvaro Gärtner fue periodista de LA PATRIA por varios años. Entre sus labores de reportería estuvo vivir la época del auge y crecimiento de la feria anual y la influencia de nuevos eventos dentro del certamen radial.
¡Color!
La programación de esa primera feria tuvo un Campeonato Nacional de Sky en las cumbres del Nevado del Ruiz; una exposición agropecuaria, torneo de tenis; exposiciones pictóricas; conciertos, teatro; hípica, golf, esgrima, boxeo, lucha, peleas de gallos, circuitos de motocicletas; es decir, de todo y para todos los gustos y edades.
En la tercera edición de la feria, para 1957, se realizó el Reinado Continental de Café. La llegada, en principio, de las beldades al Aeródromo de Santágueda y, luego, a La Nubia se convertía en un acto central del certamen anual. Panamá se llevó la primera corona, al tiempo que se estrenó el ahora famosísimo pasodoble “Feria de Manizales”, con letra del poeta ansermeño Guillermo González y la música del español Juan Marí Asins, quien por la época dirigía la muy reputada agrupación “El Empastre”.

Al año siguiente Luz Marina Zuluaga ganó el concurso de Miss Universo y, con ello, la Feria de Manizales se catapultó a la fama. El pregón de la Feria se convertía, con sus versos en un acto de pureza manizaleña.
El olé sonoro
El espectáculo con más tradición del certamen feria es la temporada taurina, que aventaja por un calendario la programación general de la ciudad. Aunque es vastísima la historia de la tauromaquia en Manizales, en principio por la realización de corridas en los denominados circos que se instalaban de forma itinerante en la ciudad, solo hasta la construcción de la plaza ubicada al occidente de la ciudad se dio formalización a esta tradición.

Manizales ha sido sitio de visita para los mejores toreros del orbe. Siempre se ha contado casi, en los Cien Años de Verdad, en los cuales en las páginas de LA PATRIA se ha hecho el cubrimiento de cada uno de estos festejos. De febrero de 1929: “Toros el próximo sábado: En la corrida que tendrá lugar el sábado reaparecerá el célebre matador Juan Ferrer, también veremos a Piedrahita, quien ejecutará la suerte de banderillas y como final de corrida estará el simpático Odín lidiando un toro”.
También había oportunidad para muchos otros, como lo contó el periódico en mayo de 1923: “Becerrada. Para el domingo se proyecta la becerrada en la que tomará parte el hábil torero ‘Pechuga’. Tocarán en dicho acto los Hermanos Soler”. En diciembre de 1921 se inauguró el Circo de “Arenas de Triana”; ubicado, entonces, en la Avenida Cervantes. Tres toros y una vaquilla se lidiaron por conocidos aficionados. En Palogrande se tuvo para la década de 1930 otro reducto para la actividad taurina en la que se tuvo la visita del prominente torero mexicano Lorenzo Garza, el 6 de agosto de 1939.
Época dorada
Otra época florida del toreo en Manizales se tuvo el 22 de junio de 1941, con la visita de Los Dominguines, de Pepe y Luis Miguel, quienes luego conocerían toda la fama posible del mundo del toro. Las mujeres también marcaron la pauta entonces con la rejoneadora peruana Conchita Cintrón; lo que convocó a encierros de postín y a la adecuación en 1944 de la Plaza de Toros El Soldado en terrenos del Batallón de infantería. $10 en sombra y $7 en sol se pagaron para esa corrida del 14 de mayo de 1944, a las 3:30 p.m., como es clásico en Manizales. Data LA PATRIA de 6 mil asistentes esa tarde; festejo también trasmitido por primera vez en la radio local.
Toda la vida
Luis Bernardo Gómez Upegui ha sido aficionado a los toros toda su vida. Prácticamente, ha estado en todos los festejos de temporada local, situación que le ha valido para ser el presidente de la plaza de toros de Manizales por décadas. Su conocimiento y su gallaría le han dado ese sitial, en el cual juzga con rectitud la actuación de los toreros y vela porque todo marche bien en la arena y, también, en los tendidos. Él, entre muchas de sus anécdotas, compartió algunas muy curiosas.
Carteles y lujo
Con el paso de los años y el aumento de reputación de la temporada taurina de Manizales crecieron también los seguidores. La temporada de Manizales, junto a la Bogotá, eran los máximos atractivos de la tauromaquia colombiana del siglo pasado. El redondel se convirtió en espacio para la épica y ha visto, como pocos lugares de América, la mística, o el denominado “duende” que significa la lucha del hombre ante la fuerza de una res brava es especial en la capital caldense.

Las décadas hicieron de Manizales un paso obligado para los mejores toreros; con picos y valles se planearon decenas de corridas, se han entregado cientos de trofeos y orejas, pero pocos pueden describir la emoción que se siente en la plaza cuando el pasodoble torero y el ambiente taurino se acompasan.
La escuela
Los toreros manizaleños han querido dejar también su legado. Andrés de los Ríos y José Arcila, de este siglo, han querido poner su huella en la memoria. Este último ha sido protagonista en los encuentros más recientes. La Catedral de Manizales el trofeo que entrega la ciudad al triunfador de cada temporada, mientras que la escultura de ‘El Voceador de Prensa’, del maestro Rodrigo Arenas, es el trofeo que entrega LA PATRIA a lo mejor que se ve en la arena por un matador.

La historia taurina caldense es enorme, mucho más de lo que podría graficarse en este cuadernillo; historia que se guarda celosamente en los archivos de Cien Años de Verdad.
Tablas y drama
La historia del teatro en Manizales se desarrolló años después de su fundación. En algunas viviendas se establecían tablados para el desarrollo de diferentes dramaturgias. En septiembre de 1937, LA PATRIA publicó la historia de “Manuelucho”, pseudónimo del antioqueño Sergio Londoño Orozco, a quien muchos conocieron como “El héroe clásico de las marionetas”. Sus temporadas duraban años y que fue parte fundamental de la diversión infantil de Manizales para la época.

Con el paso de los años, Manizales comenzó a acumular un gran número de salas teatrales en las cuales se hacía mayormente exhibición de películas de cine, sobre todo, de EE.UU. Para un nuevo aniversario de la ciudad, en 1924 se abrió el Teatro Manizales. En 1930 se inauguró el Gran Olympia, un teatro que aún rompe sentimientos por la manera en la que se demolió en abril de 1978, y por lo que se acuñó que después de ello, “cualquier otro crimen es venial”
Fundadores
Otros teatros también hicieron gran carrera después del meridiano del siglo XX. Los teatros Avenida, Juan Manuel, Cumanday, Caldas, El Cid y los auditorios de Confa, Multicentro Estrella, las salas del TICH y Actores en Escena y, cómo no, el más coloso de todos en Manizales, el Fundadores.

La inauguración del Teatro Los Fundadores también fue vehículo para que se iniciara otro capítulo dorado en la historia cultural caldense. El domingo 6 de octubre de publicó una enorme pieza en la página séptima de LA PATRIA con el saludo a los participantes del Primer Festival Latinoamericano de Teatro Universitario, encabezado por la Universidad de Caldas.
Invitación inaugural
Con la dirección de Héctor Moreno y la dirección de Arturo Gómez Jaramillo, se publicó un trascendental Suplemento Dominical que tuvo como eje ese festival teatral. Sin embargo, en la página, poco había de actores, sino las imágenes de Miguel Ángel Asturias, “el primer novelista de América Latina en obtener un Premio Nobel”; el poeta Pablo Neruda y el también poeta Carlos Pellicer.

Lo cierto es que el Festival marcó un antes y un después en la vida cultural de Manizales y le imprimió a Caldas una nueva mirada. De todo esto, hay que agregar que ha sido impulsada por auténticos quijotes que han querido ir contra viento y marea para que la ciudad mantenga uno de sus más grandes tesoros culturales.
El curador
Orlando Sierra Hérnandez, entonces redactor de LA PATRIA, publicó una página el 27 de julio de 1986 titulada: “Octavio Arbeláez Tobón: Continuador de una fiesta que se llama Festival de Teatro”.
Un quijote
Y eso es lo que ha hecho este quijote; ha impulsado el Festival para que sean los mismos manizaleños y caldenses quienes lo animen; no es un esfuerzo personal, sino una transformación colectiva.

El domingo 5 de agosto del 2018, LA PATRIA hizo una publicación en homenaje a Arbeláez Tobón, quien desde los 25 años ha hecho su mejor dramaturgia para convencer a todos los entes culturales de la ciudad en mantener el festival.

El Festival Internacional Universitario de Teatro de Manizales poco tiempo después se convirtió en uno Internacional, único de su estirpe en América. Por eso, cada 8 de octubre, en coincidencia con el día inaugural del primer festival de Manizales se celebra el teatro en América Latina. Esa es la envergadura y la trascendencia de una fiesta cultural que cada año causa sorpresas y profundas emociones.
El color
Octavio Arbeláez cerró diciéndole a LA PATRIA que, si fuera a montar una obra de teatro con todo lo que ha vivido, propondría que fuera "Panorama desde el puente”, de Arthur Miller, que desnuda los más intensos debates morales que causa la inmigración ilegal y todos sus efectos colaterales.

Este 2021, el Festival Internacional de Teatro de Manizales llega a su edición 53.
En cine
El denominado Séptimo Arte también ha estado muy presente en la ciudad, con recordadas salas de exhibición, como El Cine o Fundadores. La ciudad tiene hoy dos multiplex activos con salas disponibles para todo público. En 100.lapatria.com, reviva parte de la producción y las fotografías publicadas por LA PATRIA durante el rodaje de la película “The Adventurers” (Los Aventureros), de 1970, y que una parte se filmó en Manizales, con extraordinarios efectos especiales para la época.
Carnavales y palabras
Si hay una fiesta en Caldas que tenga un enorme acervo tradicional y un contexto de reconciliación social es el Carnaval del Diablo de Riosucio (Caldas). Seis días dan pie para una celebración única desde lo autóctono, con cuadrillas, disfraces, danza y todo tipo de alborozo.

Este carnaval se pacta para cada calendario que termina en un dígito impar.

Este carnaval es una festividad perfectamente organizada y sustentada. Responde a la reconciliación de dos poblaciones que existían desde la conquista; una era, en efecto, el Pueblo de Indios de Nuestra Señora Candelaria de La Montaña, y el otro; San Sebastián de Quiebralomo, integrado mayoritariamente por blancos y esclavos, hasta que lograron una paz gracias a la acción de la grey católica. Luego, hace 106 años, se instituyeron las celebraciones festivas con base en el calendario propio de los nativos del lugar.
Reconciliación


Aunque el agite propio de la celebración ocurre en enero del año impar, toda su organización se delega desde mediados del año par con la instalación de la República Carnavalera, con la posterior expedición de los decretos que fundamentan la fiesta y el establecimiento en diciembre, previo al carnaval, de los denominados convites. Cuando el reloj marca la medianoche del viernes de carnaval inicia una compleja serie de celebraciones que honran la cultura que se cierra con la quema del Diablo, que no se debate entre moralismos cristianos ni dogmáticos, sino que es una manera de reconocer un espíritu que mueve los cuerpos para su celebración.

De nuevo, Álvaro Gärtner habla sobre la importancia de este evento que tiene fuertes cimientos culturales y emocionales.
Palabras, palabras, palabras
También, en Riosucio se lleva una fiesta de letras importante para todo el departamento: “El Encuentro de la Palabra”, que ya ajusta 36 ediciones en su haber. Este es un evento que reúne a plumas regionales que se encargan de expresar el sentir más profundo del territorio. Es, además, una suerte de tertulia en la que se pueden rebatir todo tipo de temas.
El libro, el eje
Si hay una fiesta que reúna todos los pensamientos esa la Feria del Libro de Manizales. Es clave recordar lo que indica el archivo de LA PATRIA; se trata de una reunión literaria que data desde el mismo inicio del periódico, si es que no se hicieron otros encuentros previos a 1921.

En la edición del sábado 24 de mayo del 1941, LA PATRIA publicó este titular que integraba a las tres urbes más importantes del departamento: “Armenia, Pereira y Manizales; celebrarán en julio la Feria del Libro”. Entre lo que se indicó es que ya estaban listas las fechas para actos culturales y la organización estaba a cargo de la dirección de educación.
El lugar de la feria
Luis Miguel Gallego es líder de la organización de la Feria del Libro de Manizales que organiza la Universidad de Caldas. Como tal, esta es una oportunidad para que los libreros puedan expandir sus ventas, con o sin pandemia.

A finales de julio de 2021 se realizó la edición 12 de la Feria del libro de Manizales que, como siempre sucede, trae grandes escritores del país para hablar de producción literaria. Además, este año decidieron incluir varias charlas con LA PATRIA a raíz de la celebración de los Cien Años de Verdad.

Sobre esta reunión, el director de la feria, el laureado escritor manizaleño Octavio Escobar Giraldo contó que la idea es “proponer a los lectores una serie de libros que discuten la situación de Colombia, tanto en el pasado, como en este momento y lo que podemos esperar para el futuro”, esto en relación con la edición de este 2021.
Acceso
A pesar de la pandemia y de que los libreros no pueden estar en sus estands para las ventas de ejemplares, es el encuentro entre lectores y escritores lo que le da el cariz de un coloquio y un encuentro amable entre creadores y quienes se imaginan las líneas escritas.

La Feria del Libro también permite darles un mayor acceso a los ciudadanos a la compra de libros e impulsar los niveles de lectura en la región.
Por la música
El jazz ha sido un género musical característico de las fiestas culturales manizaleñas. Desde los archivos del periódico, se detalla como en reuniones sociales se amenizaba con este ritmo parte del roce social.

Hasta hace menos de un par de décadas, la ciudad disfrutaba de un Festival Internacional de Jazz que se fue desvaneciendo, entre muchas otras razones, por el puesto de relego en el que se queda el sector cultural en Colombia. Sin embargo, el Centro Colombo Americano de Manizales, tomó la batuta, junto a su par de Medellín, para realizar una Temporada Internacional de Jazz Universitario.

Esta idea, nacida en el 2007, con el ánimo de rescatar la herencia musical anglosajona que también tiene Manizales, ha permitido que jóvenes y adultos se incorporen con el desarrollo musical, se activen en los campamentos de jazz que se integran para el evento y disfruten de los recitales que se ofrecen en diferentes auditorios de la ciudad.

Además, también es la oportunidad para que grandes intérpretes norteamericanos visiten la ciudad y agraden con su música, por lo que en la semana de la temporada de jazz se hace corriente ver interpretaciones rítmicas en cualquier lugar.
Grita
También, hay lugar al rock y otros géneros en la ciudad y la región. Por ello se tiene el festival Manizales Grita, que resulta de la herencia del muy recordado Manizales Grita Rock, un festival de música roquera y de otros géneros similares o alternativos que llama a gran parte de la población roquera de la región y del país para que vivan intensos días de concierto en la ciudad.

En agosto del 2013, en la sección ‘El Muro, LA PATRIA se puso las botas del evento roquero e invitó a la participación con este titular: “A soltarse las greñas que llegó Manizales Grita Rock”. En el mismo, Rafael Echeverri, líder de este género en la ciudad contó que después de muchas fatigas en la consecución de los recursos económicos para realizar el festival, lo lograron.
Ritmos
El tango, con su famosa calle en el centro de la ciudad, también es símbolo de la música argentina y la reunión que esta provoca entre varias generaciones.

Así mismo, la Orquesta Sinfónica de Caldas es un orgullo propio del departamento. Sus músicos, provenientes de diferentes partes de Colombia, se acoplan para presentar una Orquesta que interpreta perfectamente toda prueba musical que se atraviese. En el 2020, produjeron por el salsero Gilberto Santa Rosa la canción ‘Canta Mundo’, pero sus cosechas van más allá. Sin embargo, parte de los sueños de la agrupación, como muchos de otros conjuntos, se han visto truncados por falta de financiación sostenida.
Falta de apoyo
Pese a que la fiesta y el jolgorio pueden ocultar parte de los pesares de la sociedad, una cosa sí permanece: la falta de recursos financieros a la cultura; que aún permanece como una cenicienta en los presupuestos públicos y que debe adolecer siempre de tener que ver sus procesos cortarse por falta de apoyo económico.
Arraigo
departamental
Caldas es un territorio de fiestas que se programan en los principales puentes festivos del año o en una fecha específica, según la tradición. Entre ellos se destacan:
Pregoneros
Es importante mencionar el papel de muchos ciudadanos por defender la cultura y la escena cultural en Caldas. Entre ellos está Diego María Arias, desde la Fundación Escenarios de Vida; los grupos teatrales en Manizales, como Actores en Escena, TICH, Los Chicos del Jardín, El Escondite o Punto de Partida. La misión también la tiene el Quehacer Cultural, que tiene en su publicación los eventos culturales de la ciudad, como también lo hace el área cultural del Banco de la República en Manizales