EquipoMesa de trabajo 2
×
La Patria 100 años - Capítulo 12
Capítulo 12
A vuelo
de pájaro
Pasar de saborear los productos de la tierra caldense a contemplarlos, olerlos y tocarlos es una experiencia única que se revela al caminar por los senderos de una riqueza natural inenarrable que hacen de Caldas una región de vastas reservas forestales, variados pisos térmicos y un álbum de fauna difícil de encontrar en otro lugar.


Recursos
La pureza de la flora que rodea las montañas y los valles que conforman gran parte de la topografía regional son razón clara de la variedad, esa misma que lleva al placer y al reconocimiento de lo magno de la madre naturaleza.

Sin embargo, aún Caldas y Manizales están en deuda enorme para tener una clasificación de su fauna y flora en una representación clara sobre las riquezas, pues, a pesar de tener grandes potencialidades en este ramo, aún no se ha creado un camino en común que se derive en mantener la robustez natural caldense en un solo consolidado.
Los Yarumos
Así registró LA PATRIA la apertura de este ecoparque.

Quizás la última gran apuesta que tuvo Manizales para darle un punto de encuentro a la naturaleza con la ciudad fue la creación y apertura del Ecoparque de Selva Húmeda Tropical ‘Los Yarumos’, en el 2002, un pulmón verde que tiene la ciudad al nororiente. El nombre llegó gracias a este árbol que se extiende por zonas intertropicales en América y que se presenta en bosques nubosos, como los que rodean a Manizales.
Decepción
La idea que se gestó, entonces, era la de proporcionarles a los manizaleños un lugar de esparcimiento y contacto directo con la naturaleza que brota en estas tierras.

No obstante, por cuestiones burocráticas y diferencias administrativas, el parque, tras casi dos décadas desde su apertura, no ha podido satisfacer las metas con las que fue creado y parte de sus senderos han quedado entre el olvido y el abandono, lo que priva a ciudadanos interesados de este lugar prometido.

En octubre del 2013, LA PATRIA publicó una denuncia tras el cierre del ‘Sendero de Los Caracoles’, entre los pasos más representativo de Los Yarumos, pero, como suele suceder en muchos casos, todo se fue desvaneciendo con el paso del tiempo.
“La temporada de lluvias del 2011 provocó un deslizamiento que dejó tapado el sendero y sin puente. Se interpuso una acción popular contra la Alcaldía de Manizales y Corpocaldas para que intervengan, pero ambas entidades argumentan que un nuevo derrumbe retrasó la rehabilitación del paso”, publicó LA PATRIA entonces.

Las imágenes de la época mostraron que la naturaleza estaba recogiéndose otra vez sobre la creación del hombre. La mano natural nunca cede ante lo que los humanos le construyen sobre su lugar y este es un caso que no cae fácilmente en el olvido.

Y es que, justamente, en el corazón de Los Yarumos hay enormes tesoros naturales como la denominada ‘Cascada de los Siete colores’ a la que se podía llegar tras cuatro horas de caminata en la que la naturaleza ofrecía un inquietante espectáculo con variedad de mariposas y decenas de especies de aves.
Colección
También en este ecoparque se ubicó el Museo de Historia Natural en el que investigadores y amantes de la taxidermia pudieron encontrar un sitio para exponer sus descubrimientos y orientar a la comunidad sobre la riqueza de los prados, los suelos y los aires caldenses.

Y como ha sucedido consecutivamente en Los Yarumos, esta muestra no tuvo el mejor provenir. LA PATRIA, en su artículo publicado el lunes 30 de septiembre del 2013, titulado

“Descubrimiento caldense de 40 especies de mariposas, mantis, cucarachas y grillos”, dio cuenta del sinsabor de los artífices que apostaron en este proyecto y, como dicen popularmente, se quedaron viendo un chispero”.

La riqueza de la región es evidente en esta clasificación:

“Es abrumadora la cantidad de insectos, cucarachas, mantis, grillos capturados y disecados que hay en el depósito del Centro de Museos. La vista y la memoria se pierde entre alas, patas, antenas, alfileres, colores en todos los matices y números, fichas con los que marcan cada especie para su archivo e identificación”, contó LA PATRIA, entonces.

La Universidad de Caldas, que ha estado ligada íntimamente en estos procesos investigativos, ha costeado gran parte de la muestra y es albergue para los datos que evidencian la colosal figura de la naturaleza en Caldas. Pese a los intentos, gran parte de lo que se había logrado en décadas, se perdió por el descuido y la desidia.
Deuda histórica
Pese al paso ineludible de los años, la deuda con la academia, la naturaleza, la historia y los ciudadanos sigue creciendo, pues las miradas hacia Los Yarumos cada vez son más pocas desde el ángulo de lo natural, pues recientemente se le ha querido dar un aspecto más social a un sitio que se pensó como refugio ante el concreto del que se forja la ciudad.

Por lo pronto, el Ecoparque ‘Los Alcázares’, al occidente de la ciudad, y el Parque Bicentenario Simón Bolívar, más comúnmente conocido como el Bosque Popular ‘El Prado’, son los sitios de esparcimiento en los cuales los manizaleños encuentran contacto directo con la naturaleza y pueden arrullarse son la tipicidad de sus sonidos ambientales.
Protección
En sus 100 años de oficio, LA PATRIA ha sido veedora para que la protección a la fauna se mantenga irrestricta. De abril de 1922, reposa una carta firmada por A.G., de la Sociedad Protectora de Animales en Manizales. En la misma, que reposa en el archivo del periódico, se busca que se mantengan condiciones dignas para los caballos que funcionaron como mecanismos de transporte de la época.

Así, entonces, le pidieron a la policía que hiciera un trabajo riguroso para verificar que no se estuvieran maltratando animales en lo ancho de la ciudad. Parte de la misiva reza lo siguiente:
Y es que Caldas y su progreso económico no serían lo que hoy promueven si no hubiera sido por el papel fundamental de los caballos y las mulas en la época de la denominada colonización antioqueña o en el desarrollo de la industria cafetera, pues a lomo de mula se logró forjar la creación de Manizales como centro poblado y otras tantas urbes y, todavía en algunos sitios estos animales son la estrategia de muchos caficultores para sacar sus cosechas de empinados parajes.
El privilegio del paisaje
La década del 2010 es probablemente la clave para el reinicio de un estudio en el que Caldas aún no sabe cuán rico es: la ornitología. Este campo que estudia las aves y sus numerosos aspectos ha encontrado en Caldas dos situaciones que confluyen y se incorporan cómodamente cada año: el turismo y la academia.
Colibríes
Los colibríes hacen parte esencial del panorama en Caldas.

El avistamiento de aves pasa de ser una ocupación espontánea a ser un campo de estudio profundo en el cual Caldas logra llevar una delantera en Colombia por tener un significativo aporte en el índice de especies nacional. Su variedad de pisos térmicos, sus tupidos bosques, cambiantes climas y la protección de los espacios naturales dan a muchas de estas aves, migratorias o no, un paraje especial para su existencia, reproducción y conservación.

Resulta aún indeterminado el número de ciudadanos que se dedican a observar aves y clasificarlas, por lo que es un hobby o un estudio aún en completo auge y desarrollo. Entre ellos, está Viviana Murcia, guía de aves del hotel Termales del Ruiz. Ella es residente del Páramo de Letras y disfruta de las bajas temperaturas que en la zona se sienten a diario y trabaja con aves desde el 2020. Hacía recorridos interpretativos generales sobre flora y fauna y ahora, con el hotel, busca orientar a los visitantes sobre la riqueza impresionante en aves que hay sobre sus linderos.


Riqueza
Además, es testigo de su creciente amor por un ave que logra conquistar a muchos: los colibrís.

La actividad de Viviana, como la de muchos guías, también está en la concienciación de los visitantes sobre la fragilidad de estos ecosistemas y los impactos que la expansión de los territorios ocupados por humanos puede significar como modelos de amenaza para muchas de estas especies de aves.

Previo a la pandemia de covid-19, el flujo de visitantes a Caldas por concepto de avistamiento de aves crecía año a año. Esta ha sido una oportunidad de oro para que, junto a programas de turismo de naturaleza, se pueda vincular la experiencia con el estudio de las aves.

En noviembre del 2018, LA PATRIA publicó un reportaje económico titulado: “Infraestructura y promoción son las tareas del aviturismo en Caldas”, en que abordó los retos que tenía la creciente fiebre por las aves para convertirse en un camino sostenible y ambientalmente seguro para el departamento.
Atractivo
Manuel Mejía Robledo está al frente de la Agencia de Turismo Norte y Sur Travel, en Manizales, y trabaja de cerca con todos los circuitos dedicados al aviturismo. Él explicó cómo crece este fenómeno:

“En el 2015 empezó el Congreso Internacional de Aves de Manizales que se realiza generalmente en noviembre. Cotelco Caldas tomó la batuta y se comenzó a mover este congreso y así fue creciendo el hobby. Luego, estuvo el Congreso Sudamericano, algo que un interesado quiere”.

Este profesional en turismo reconoció la riqueza que tiene Caldas en cuanto a aves, pero resaltó el interés creciente de muchas personas de conocer más sobre la naturaleza vecina. Es por eso que, desde hace algunos años, en mayo, se realiza el Global Big Day, una fiesta de observadores de aves en todo el mundo. Caldas y Colombia siguen punteando en la lista y todo obedece al reconocimiento de más especies que surcan por los aires y cielos del departamento. Mejía Robledo agregó:

“En Manizales crece el aviturismo por los sitios cercanos y por las aves endémicas –que están solo en un sitio-. Hay cerca al Nevado unas aves, en la Reserva de Río Blanco, en Alcázares, en Tinamú, en la Hacienda Venecia, y hay muchas partes cerca de la ciudad que llaman la atención del turista”.
El aviturismo ha permitido posicionar a Manizales como torre de observación para apreciar aves, pero también ha sido un imán para que público especializado visite a Manizales e invite a más turistas a conocer la ciudad y la región.
El rey
Pocos vuelos causan tantas sensaciones como ver la fuerza del Cóndor de Los Andes. Aunque considerado como el ave nacional, su presencia cada vez es más escasa sobre las cordilleras colombianas, por lo que con el paso de los años se han buscado fortalecer los procesos investigativos que permitan mantener la especie en la región.

Mucho se dice sobre el Cóndor de Los Aves: su capacidad de vuelo de cientos de kilómetros en una sola jornada, sus reflejos, sus alas y su collar blanco en la base del cuello. Como representación patria, es libertad y soberanía, sin embargo y paradójicamente, es lo que por momentos ha faltado para resguardar a esta especie de extinguirse.


A inicios del 2021, se realizó el tercer censo de Cóndor Andino en inmediaciones del Parque Nacional Natural Los Nevados y su área de influencia. Este programa hace parte de un proyecto de largo aliento que lidera la Corporación Autónoma Regional de Caldas (Corpocaldas) en la que se busca establecer un formato de información sobre el día a día de los cóndores presentes.
En sus datos, Corpocaldas anunció que:

“En el municipio de Villamaría, Caldas, se observaron dos parejas de cóndores distanciadas 12.4 km entre sí durante los tres días del censo. Una pareja se encontró en el Nido del Cóndor Ecolodge a 2.347 m de elevación en la cuenca media de río Claro, en donde está ubicado el nido de la única pareja de cóndores reintroducidos para la cual existe evidencia de reproducción en Colombia."


"La otra pareja se encontró en La Pica a 3.578 m de elevación en la cuenca alta de río Claro. Si bien La Pica ha sido históricamente reconocida por campesinos y visitantes como un dormidero habitual de la pareja de cóndores, los hallazgos del censo evidencian que las parejas de cóndores en estos dos sitios son distintas y, sugieren que es factible considerar que en la cuenca alta del río Claro podría haber un nido de cóndores”.

Y es que entre las oportunidades que tiene Caldas está la de observar el vuelo del cóndor y apreciar su nido y poder tratar de entender parte de sus procesos biológicos.
Visionario
Jaime Botero Medina es el administrador del Nido del Cóndor, un paraje singular en Villamaría, Caldas, ubicado muy cerca del nido referenciado por Corpocaldas. Él, junto a su familia, decidió echar a andar un juicioso proyecto turístico en el vecindario de ese nido que no fuera afectar la vida de los cóndores ni los procesos de fauna y flora presentes en el sitio.

Y es que para Jaime Medina la presencia del cóndor andino siempre le ha significado un buen augurio y así lo contó desde el primer momento que lo pudo apreciar en ese paraje, junto a su esposa.
Desarrollos
No obstante, el cuidado que se tiene, la labor de Jaime y su familia en el denominado Nido del Cóndor está en cuidar la fauna presente, reforestar y cooperar en la investigación, no solo del cóndor andino, sino de las demás especies presentes, entre las que hay multitud de aves y otros factores.

Sobre las aves, sabe que es un balcón único que permite sorprenderse todos los días con sus colores y sus cantos:

Aunque están muy cerca del cóndor, Jaime y su familia son los primeros vigías en establecer que se mantenga el respeto hacia el rey de Los Andes y proveer un espacio sano desde lo turístico y enriquecedor desde lo investigativo y académico.
Monos
“El mono aullador rojo (Alouatta seniculus) es una especie herbívora que se alimenta, sobre todo, de hojas nuevas y maduras. Se movilizan en grupos de hasta 25 individuos, son pasivos pues deben descansar largos periodos de tiempo por su dieta y utilizan su vocalización, la segunda más potente del reino animal, para marcar territorio”, contó LA PATRIA en agosto del 2020.

Un semillero es fundamental generar estrategias para que esta zona sea protegida por la Administración departamental.
Lo profundo
de la selva
Al costado oriental del departamento de Caldas se abre paso una tupida selva, hogar de infinidad de animales, pulmón del centro del país y tesoro regional, aún por reconocer y explorar a completitud. La profundidad y sus entrañas son un camino que apasiona a biólogos y conocedores y del cual todavía están por conocerse estudios profundos sobre la constitución en flora y fauna de esta selva.

Ricardo Walker es consultor del Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF) en prevención, control y vigilancia de Selva de Florencia y contó parte de por qué este paraje es un tesoro en bruto de todos los caldenses y colombianos.

Entre las condiciones que llevan a este lugar a ser una profunda selva están las enormes cantidades de lluvia que se registran y, pues, como lo comentó Walker, es como “tener una parte del Chocó “metida en la parte oriental de Caldas donde se confluye con parte del Magdalena medio”.
Hugo Ballesteros es el jefe de área protegida del Parque Nacional Natural Selva de Florencia. Lleva cinco años en este oficio y reconoce perfectamente cuáles son los aspectos esenciales de este lugar que lo hacen un refugio animal único en Caldas.

También, el jefe de área protegida de esta selva reconoció que esta es fundamental dentro del ecosistema general colombiano, pues se conecta con otros puntos geográficos como corredores de fauna y lugares de conexión de diferentes especies, sean migratorias o endémicas:
Emblemas
Hay que volver a la ciudad, sin olvidar la región. Y es que Manizales, que ha crecido con su flor de café, se regodea con los colores del Guayacán y con “La Josefina” como flor emblema de Caldas, además de un jardín infinito que se une a la estela que dejan las montañas y su rocío matinal, florece gracias a sus características climáticas, por no tener un sol diario intenso que las queme, sino que, mejor, permite que se desarrollen múltiples especies gracias al constante inventario húmedo que se aposenta sobre la ciudad.
Nuestra flora
Dorancé Rincón Poveda, profesional especializado de Corpocaldas
  • Hay enormes riquezas en flora desde el páramo hasta los lugares más cálidos como La Dorada o Viterbo
  • Se estima hasta unas 8 mil especies de flora en Caldas
  • La palma de cerca –árbol nacional– aún se conserva en el territorio regional
  • El nogal de cafetal, el cedro, los yarumos, entre otras variedades se ven en zonas de clima medio
  • El orejero, cauchos, el samán, entre otras especies están en clima cálido
Nuestra fauna
Paula Patiño Escobar, profesional especializada del grupo de Biodiversidad y Ecosistemas de Corpocaldas.
  • Caldas cuenta con fauna doméstica, silvestre (loras, guacamayas, tortugas), exótica e invasora (caracol africano o erizos africanos)
  • Hay una gran riqueza de aves silvestres, lo que facilita el aviturismo
  • La presencia del Tití gris –amenazado por extinción– está bajo el estudio e investigación de Corpocaldas
  • Las zarigüeyas son un indicador fundamental de salud ecosistémica por ser controladores de eventuales plagas
  • Tiene en su geografía el vuelo del cóndor de Los Andes
  • La diversidad de climas y ecosistemas favorece la reproducción de las especies existentes y registradas
Los sitios de páramo y de nieves perpetuas son parte fundamental del paisaje y la riqueza caldense.
Hogar
La aparición de fauna a lo largo y ancho de Manizales y Caldas ha quedado documentada en impactantes imágenes en LA PATRIA